domingo, 30 de marzo de 2014

Control por el estímulo


Control por el estímulo

El control por el estímulo se presenta cuando es probable que ocurra una conducta después de un evento antecedente particular, pero no después de otros estímulos. En otras palabras, una conducta está bajo el control de estímulos si ocurre después de ciertos estímulos, pero no después de otros.
Términos técnicos
El control por el estímulo también se conoce como control de estímulos. Cualquiera de los dos usos es correcto.
Para que la conducta se encuentre bajo el control de estímulos, el individuo debe discriminar entre los diferentes estímulos. Es decir que el individuo debe responder de manera diferente a diferentes estímulos.
Por ejemplo, levantar el teléfono es una conducta que está bajo el control de un estímulo: el timbre del teléfono. ¿Cuántas veces que no vas a hacer una llamada levantas el teléfono sin que timbre? Seguramente pocas, si tienes más de tres años... si tienes menos de tres años, entonces... felicidades por ser capaz de leer esta web!
Muchos niños pequeños acostumbran a levantar el teléfono y simular que conversan con alguien, imitando a sus padres. En esos casos, la conducta de levantar el teléfono no está bajo el control del timbre telefónico, sino de otros estímulos. A medida que crecen, dejan de levantar el teléfono en cualquier momento, y solamente lo hacen cuando suena el timbre. En ese momento, la conducta de levantar el teléfono se ha puesto bajo control de un estímulo en particular.
Otro ejemplo típico de control por el estímulo ocurre en las aulas escolares. Si el profesor está en el aula, los niños se sientan en sus pupitres y prestan atención... o por lo menos duermen (viejos recuerdos). Pero si el profesor sale del aula, los niños se levantan, juegan, corren, etc. En este caso, la conducta de los niños está controlada por la presencia o ausencia del profesor.

El control por el estímulo en el adiestramiento canino

El control por el estímulo es fundamental en el adiestramiento de perros. Por una parte, todas las órdenes de la obediencia canina deben convertirse en estímulos que controlan ciertas conductas de tu perro. Por ejemplo, si le pides a tu perro que se siente, debe sentarse y no echarse.

Por otra parte, muchas situaciones de la vida cotidiana también deben actuar como estímulos que controlan la conducta de tu perro. Por ejemplo, si tu perro está sobre la alfombra no debe hacer pis. En cambio, si está sobre una superficie de tierra, puede hacer pis. La alfombra debe actuar como estímulo para que no se presente la conducta de hacer pis, mientras que la superficie de tierra debe actuar como estímulo para que esa conducta pueda ser realizada. En este caso no es necesaria una orden de obediencia, sino solamente los estímulos de la vida cotidiana.
Karen Pryor propone en su libro "No lo mates... enséñale!" que puedes saber si una conducta de tu perro se encuentra bajo el control de un estímulo si cumple con cuatro propiedades:
1. La conducta ocurre inmediatamente después del estímulo. En teoría, la conducta ocurre siempre después del estímulo, pero en la práctica se pueden dar situaciones en que el perro "falla". Incluso los perros de alta competencia pueden fallar alguna vez, pero el número de errores es tan pequeño que se puede decir que la conducta se presenta "siempre" después del estímulo.
2. La conducta no ocurre si no se presenta el estímulo. Esto es cierto, pero también pueden existir otros estímulos que controlen la conducta en ciertas situaciones. Por ejemplo, tu perro nunca se echa en las sesiones de adiestramiento o en la pista de competencia a menos que se lo ordenes, pero sí se echa sin ninguna orden cuando está en tu casa.
3. La conducta no se presenta como respuesta a otro estímulo. Por ejemplo, tu perro no se sienta cuando escucha la orden "Echado". Igual que en el caso anterior, la orden puede ser el estímulo de control en circunstancias relacionadas con el adiestramiento, pero tu perro puede sentarse en respuesta a otros estímulos en otras situaciones (cuando está en su tiempo libre).
4. Ninguna otra conducta se produce como respuesta a ese estímulo particular. Si le pides a tu perro que se siente, él no salta, no se echa, no sale corriendo, no te muerde, no hace pis, no se rasca, etc.
A continuación puedes ver un par de ejemplos sobre la aplicación del control por el estímulo en el adiestramiento canino.

Ejemplo 1: Uso correcto del control por el estímulo en el adiestramiento canino

Cuando un perro camina en "Junto", debe ir con el hombro a la altura de la pierna izquierda de su guía. Cuando el guía se detiene, el perro debe sentarse a su lado. Si el guía indica "Quieto", el perro debe quedarse sentado aunque el guía reinicie la marcha.
Muchos adiestradores empiezan a caminar con el pie izquierdo cuando el perro debe continuar la marcha con ellos, y empiezan a caminar con el pie derecho cuando el perro debe quedarse quieto.
Esta es una forma de control por el estímulo mediante lenguaje corporal. El perro presta atención a la pierna con la que inicia la marcha el guía y, de acuerdo con eso, responde quedándose quieto o continuando la marcha.

Esta estrategia es muy común y no tiene nada particularmente malo. De hecho, es empleada por muchos adiestradores para facilitar el aprendizaje. Aunque es una estrategia correcta para lograr el control por el estímulo, no es necesaria porque el perro puede aprender a responder solamente con la orden verbal. Entonces, "Junto" y "Quieto" pueden ser suficientes para que el perro sepa si va a continuar la marcha o debe quedarse.
Esta estrategia es un uso correcto del control por el estímulo si no tienes ningún problema en empezar a caminar siempre con la pierna izquierda para que el perro te siga, y empezar a caminar con la pierna derecha para que el perro se quede quieto. Sin embargo, es una estrategia incorrecta si quieres eliminar el uso del lenguaje corporal como parte de tu orden.
El lenguaje corporal te puede ayudar a controlar las respuestas de tu perro en ciertos deportes caninos como el freestyle canino y el agility, porque podrás hacer muchos gestos que son admitidos. Sin embargo, puede ser una desventaja en deportes como el schutzhund donde los gestos evidentes son penalizados.

Ejemplo 2: Uso incorrecto del control por el estímulo en el adiestramiento canino

Cuando se utiliza comida para entrenar a un perro, es frecuente guiar al perro con la comida. Por ejemplo, para lograr que el perro se siente, se lleva la comida por encima de la cabeza del perro y un poco hacia atrás.
Tales procedimientos son muy útiles porque permiten entrenar conductas sencillas en poco tiempo. Sin embargo, muchos adiestradores guían con la comida muchas veces, hasta que ésta se convierte en parte del estímulo que controla la conducta. Entonces, los adiestradores piensan que los perros entrenados con comida solamente responden cuando la comida está presente.
El error está en utilizar la comida como parte del estímulo en todas las ocasiones. Para evitar este problema, basta con que la comida deje de formar parte del estímulo después de unas pocas repeticiones. Ten en cuenta que la comida debe ser usada como reforzador y no como antecedente.

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