domingo, 30 de marzo de 2014

Condicionamiento clásico


Condicionamiento clásico

El condicionamiento clásico o condicionamiento respondiente es uno de los tipos de aprendizaje más simples y el primero que fue sometido a investigación científica intensa. Fue el fisiólogo ruso Iván Pavlov quien desarrolló el concepto de condicionamiento clásico, cuando estudiaba procesos digestivos en perros.

Aprendizaje por condicionamiento clásico

Muchos estímulos ambientales producen respuestas reflejas que no han sido aprendidas. Por ejemplo, la presencia de comida en la boca produce salivación, un ruido fuerte causa sobresalto, la luz intensa produce contracción de las pupilas, etc. Los estímulos que producen estas respuestas se conocen como estímulos incondicionados, y las respuestas se conocen como respuestas incondicionadas. En este caso, el término "incondicionado" significa que no es necesario el aprendizaje para que el estímulo provoque la respuesta.
Otros estímulos son neutros porque no causan las respuestas reflejas en el organismo. Por ejemplo, el sonido de una campanita no provocará la salivación.
El condicionamiento clásico ocurre cuando el estímulo neutro adquiere la propiedad de producir la respuesta incondicionada, porque ha sido asociado repetidas veces con el estímulo incondicionado. Por ejemplo, si haces sonar una campanita cada vez que le das comida a tu perro, después de unas cuantas veces él asociará el sonido de la campanita con la comida y salivará cada vez que lo escuche.
El estímulo neutro que ha adquirido la propiedad de producir la respuesta refleja se conoce como estímulo condicionado. El término "condicionado" significa que el aprendizaje es necesario para que el estímulo provoque la respuesta.
Es fácil ver el condicionamiento clásico en la vida cotidiana. Abundan los ejemplos con perros:
  • Perros que se vuelven locos de emoción cada vez que su propietario toma la correa para ir a pasear.
  • Perros que acuden inmediatamente cada vez que ven a sus propietarios levantar el recipiente de comida.
  • Perros que corren a esconderse cada vez que aparece el jardinero, porque asociaron a esta persona con eventos desagradables.

Contracondicionamiento

Una respuesta que ha sido condicionada, también puede ser contracondicionada. Es decir que el aprendizaje por condicionamiento clásico puede revertirse empleando el mismo proceso.
Por ejemplo, un perro que aprendió a ser agresivo porque tuvo malas experiencias con la gente, puede aprender a socializar con las personas si le ocurre algo agradable cada vez que ve un extraño. El proceso de contracondicionamiento se usa con frecuencia para modificar conductas emocionales inapropiadas, y suele llevarse a cabo junto con la desensibilización.

El condicionamiento clásico en el adiestramiento canino

El condicionamiento clásico es una herramienta muy poderosa en el adiestramiento de perros, ya que permite trabajar directamente sobre las emociones del animal. Por tanto, el condicionamiento clásico te será de utilidad para socializar a tu perro, para eliminar fobias que pueda tener y para reducir la agresión. En todos esos casos, el principio de adiestramiento consiste en lograr que tu perro asocie con cosas agradables (comida, juegos, etc.) a la gente, a otros perros y a situaciones estresantes.
También usarás el condicionamiento clásico para crear un reforzador condicionado. Un reforzador condicionado es una señal que le indica a tu perro que ha hecho algo correcto y que las consecuencias de su conducta serán agradables. El reforzador condicionado es la base del adiestramiento con clicker.

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