Castigo positivo
El castigo positivo es la disminución en la frecuencia de una conducta cuando se presenta un evento aversivo (desagradable) inmediatamente después de esa conducta. En otras palabras, la conducta se debilita porque produce la aparición de algo desagradable.
El término "positivo" significa que el castigo consiste en añadir o "adicionar" algo.
Por ejemplo, tu perro tiene la costumbre de mordisquear las plantas del jardín. Entonces, decides rociarlas con un líquido de sabor amargo que compraste en una tienda para mascotas. Cada vez que tu perro muerde una planta, se presenta el sabor desagradable (el castigo), entonces la conducta disminuye su frecuencia hasta que tu perro deja de morder las plantas del jardín.
Acerca de este ejemplo
Existen muchas marcas de líquidos para rociar sobre plantas y muebles, pero ninguna funciona el 100% de las veces. De hecho, es común que los perros se acostumbren al sabor, y sigan mordisqueando plantas, muebles y otros objetos. Sin embargo, el procedimiento funciona en algunos casos.
En el ejemplo anterior, el castigo positivo es contingente a la conducta porque aparece inmediatamente después que tu perro muerde una planta. Ese es un requisito para que el castigo positivo funcione. Si el sabor amargo se presentara varios segundos después, la conducta de mordisquear las plantas no se castigaría y no se reduciría su frecuencia.
En la vida cotidiana existe un concepto diferente de castigo, ya que se considera como algo desagradable que ocurre como consecuencia de un comportamiento inadecuado, pero no siempre reduce la frecuencia de ese comportamiento. Por ejemplo, un padre le da un pellizco a su hijo por comportarse mal. Aunque el comportamiento inapropiado del hijo se detiene en ese momento, su frecuencia no disminuye en el futuro. Esto es lo que se conoce comúnmente como castigo, pero no corresponde a la definición técnica de castigo positivo.
Ten en cuenta que si la aparición de un evento desagradable no reduce la frecuencia de una conducta, entonces no es un castigo positivo. Puede ser abuso, maltrato, venganza o incluso mala suerte, pero no es castigo positivo.
El castigo positivo en el adiestramiento canino
El castigo positivo es muy común en las técnicas tradicionales de adiestramiento canino, y fue popularizado por adiestradores famosos como Bill Koehler y Helmut Raiser.
Los procedimientos que involucran el castigo positivo pueden tener efectos colaterales indeseados. Sin embargo, es bueno que conozcas las formas en que se aplica el castigo positivo en el adiestramiento de perros, para que puedas tomar una decisión informada si alguien te propone usar alguna de esas técnicas.
- La orden "No" es un castigo suave que puede ser enseñado sin necesidad de malos tratos. Puede ser entrenada como un castigo positivo condicionado o como una orden para ignorar cosas y prestar atención al entrenador.
- Los tirones de correa, ya sean con collar normal, collar de ahorque o collar de púas. Son castigos comunes en el adiestramiento tradicional y pueden ser suaves o muy violentos, dependiendo del adiestrador y el estilo que siga. También pueden ser muy eficaces o completamente inútiles según la capacidad del adiestrador.
- Los choques eléctricos emitidos por collares eléctricos y por cercas invisibles. Son castigos duros que pueden ser muy efectivos o causar problemas muy serios. En algunos casos se usan los collares eléctricos como reforzadores negativos.
- Los sabores amargos o picantes que se aplican sobre ciertas cosas para evitar que el perro las muerda. Pueden ser castigos suaves o duros, dependiendo de la sustancia. Son efectivos en algunos casos, pero no en todos.
- Golpear la nariz del perro, con los dedos o con la correa, para llamar su atención durante el ejercicio de "Junto". Es un procedimiento típico de la vieja escuela, y sirve para castigar al perro cuando mira hacia otro lado. Es moderadamente efectivo pero es duro y humillante para el perro, y no es necesario.
- Los ruidos fuertes e imprevistos. Se recomiendan en la mayoría de los libros antiguos, pero no se usan mucho en la práctica. Pueden ayudar a detener la conducta del perro en el momento, pero no suelen dar buenos resultados en el largo plazo. Pueden ser castigos muy dañinos con perros hipersensibles o miedosos.
- Chorros de agua y otras sustancias que se descargan sobre la cara del perro. Se usan a través de collares antiladridos y otros dispositivos. Aunque parecen castigos suaves, pueden tener efectos adversos intensos, porque no suelen ser contingentes a las conductas, por lo que los perros no los relacionan fácilmente con alguna conducta en particular.
- Golpear al perro con un periódico. Es un procedimiento practicado por gente que no tiene la menor idea de adiestramiento. Más que un castigo es una venganza. Quien piense que al perro no le duele que le peguen con el periódico enrollado, debería recibir unos cuantos periodicazos en la nariz estando desprevenido, a ver si le duele o no.
- Casi todas las cosas que tienen que ver con la "dominancia" ("alpha roll-over", castigo jerárquico, etc.) son castigos positivos. Algunos pueden ser ligeros y otros muy violentos.
Desventajas del castigo positivo
Además del maltrato que recibe el perro, existen muchas desventajas de entrenar con castigos positivos. Estas desventajas dependen de muchos factores, como la intensidad del castigo, la frecuencia del mismo, la habilidad del entrenador, etc.
- El castigo puede provocar agresión. Algunos perros reaccionan agresivamente a los castigos duros, porque se sienten amenazados. Se suele clasificar a estos perros como "dominantes", pero el problema real es que se está aplicando un procedimiento incorrecto.
- Deterioro de la relación con tu perro. Si entrenas en base a castigos, tu perro te asociará con los castigos. Entonces, la relación que tienes con él se deteriorará.
- El castigo no proporciona mucha información. El castigo positivo sirve para eliminar conductas, pero no sirve para enseñar nuevas conductas porque no proporciona suficiente información. Con el castigo, el perro solamente aprende a evitar situaciones.
- El castigo positivo no es específico. Aún cuando tengas un buen timing para castigar a tu perro, el castigo puede asociarse a diferentes conductas. Por tanto, cuando castigas una conducta inapropiada, también estás castigando otras que pueden ser apropiadas.
- Habituación al castigo positivo. Los perros se acostumbran a los castigos ligeros, por lo que cada vez son necesarios castigos más intensos. Es por eso que no basta con un tirón de collar de ahorque para que el perro aprenda, sino que se necesita dar tirones frecuentemente.
- No es fácil conseguir un buen timing. Es difícil conseguir un buen timing para castigar positivamente porque este tipo de castigo normalmente requiere el contacto físico. Entonces, es fácil castigar las conductas apropiadas, en lugar de castigar las inapropiadas.
Estas desventajas hacen que el castigo positivo no sea una buena opción para entrenar a tu perro, pero hay algo más que hace del castigo positivo una mala elección: ¿Por qué entrenar a tu perro con castigos si puedes conseguir mejores resultados con métodos amigables?
Cuándo usar castigos positivos
A pesar de todas las desventajas del castigo positivo, existen algunas situaciones en las que se justifica su uso. Las situaciones en que se puede justificar el uso del castigo positivo son aquellas en que la vida o el bienestar de una persona o del perro están en juego.
Tales situaciones podrían incluir perros que deben trabajar en campos de batalla, perros detectores de minas antipersonales, entrenar al perro para evitar víboras venenosas y cosas por el estilo. En estos casos, el riesgo de un error es muy alto, y el castigo positivo puede ser una herramienta útil para establecer niveles excepcionales de confiabilidad, y debería ser usado después que el perro ha aprendido lo que debe hacer.
La educación básica del perro mascota no requiere de castigos positivos. En estos casos, puedes alcanzar los niveles requeridos de confiabilidad sin necesidad de usar el castigo positivo.
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